El fallecimiento de un cónyuge implica una situación difícil en muchos aspectos. Claves para abordar la reorganización de las finanzas personales al enviudar.
Al importante cambio en la vida cotidiana y emocional que implica el fallecimiento de un cónyuge pueden sumarse problemas económicos si no se presta atención a la necesaria reorganización de las finanzas personales del viudo o viuda y su familia.
Pasado el período de duelo inicial y con la ayuda de amigos, familiares o profesionales especializados, es necesario encarar las siguientes tareas para asegurar la calidad de vida futura de los que quedan:
- Evaluar el estado de situación financiera. El primer paso para tomar el control es entender el punto de partida, elaborar un estado de situación patrimonial y hacer una lista de las tareas que habrá que asumir en ausencia del cónyuge (pago de servicios, presentaciones de impuestos, administración de inversiones, etc.).
- Poner las cuentas en orden. Entre el tiempo del duelo y el desconocimiento de algunos aspectos de la economía, es posible que hayan quedado pagos pendientes, cuentas por cobrar y papeles por ordenar. Organiza la documentación y negocia planes de pago si es necesario. Asegúrate de no dejar cargas para el futuro, ya que los costos de intereses, moras, multas y servicios impagos pueden superar el esfuerzo de ponerse al día. Si el patrimonio es importante o hay un negocio propio de por medio, puedes necesitar la ayuda de contadores, abogados o expertos.
- Realizar trámites relacionados con el fallecimiento. Dar de baja documentos, cambiar o recuperar contraseñas del banco, presentar certificados ante las autoridades, comenzar trámites de subsidios o pensiones, ejecutar la herencia, son algunos de los pasos que es necesario completar para cerrar la etapa anterior y comenzar la nueva.
- Asumir la responsabilidad total de la nueva etapa. Si bien puede ser compartida con hijos mayores, u otros familiares, la viudez suele volcar todas las responsabilidades financieras de nuevo en uno mismo. Puede ser difícil si la otra persona se ocupaba de muchas tareas relacionadas con el manejo del dinero. Es necesario retomar el control de ingresos, gastos, ahorros e inversiones. Estadísticamente son más los casos de mujeres viudas que, en muchos casos, habían delegado totalmente en sus maridos los temas de dinero y que pueden encontrar muy cuesta arriba hacerse cargo sin ayuda.
- Enfrentar decisiones difíciles solos. Pensar en el futuro sin el acompañamiento de la pareja suele ser una carga durante los primeros tiempos, pero es necesario reaprender a tomar decisiones económicas para aprovechar mejor los recursos y evitar problemas de dinero. Un presupuesto puede ser una herramienta valiosa para guiar los gastos cotidianos. Para adquisiciones importantes, como un auto o un cambio de vivienda, seguir cuidadosamente cada paso del proceso de compra y negociar las condiciones es vital para lograr buenos resultados.
Ante la viudez es necesario dedicar un espacio a evaluar y reacomodar las finanzas personales para asegurar la calidad de vida futura del sobreviviente.
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