Cómo arrancar el negocio propio sin poner en riesgo las finanzas personales

El negocio propio es el sueño de muchos y una decisión de peso en las finanzas personales. Puede ser fuente de ingresos y riqueza, pero también puede poner en riesgo lo ahorrado y el futuro. Claves para un abordaje inteligente.

El manejo del dinero y las finanzas es uno de los requisitos centrales para que, por un lado, el negocio funcione y pueda crecer y, por el otro, genere ingresos para el emprendedor sin poner en riesgo su economía personal y su futuro.

Prepararse no es sencillo, pero tampoco imposible. A continuación te presentamos algunas recomendaciones que pueden ayudarte a mantener el equilibrio entre tus cuentas y las de tu negocio, si te decides a emprender el desafiante camino del proyecto propio.

Trata de empezar en una actividad que conozcas y sobre la que ya tengas alguna experiencia, de forma de poder prever posibilidades y partir con un activo de tu lado.

Si ya trabajas en relación de dependencia, no abandones el trabajo seguro hasta que el negocio arranque. Considera trabajar part-time durante la planificación e incluso durante los primeros tiempos. Podrás así bajar la presión sobre la economía personal, y mantener ingresos hasta que el negocio comience a generar ganancias

Usa tu red de contactos para encontrar socios, inversores, proveedores o clientes; quienes ya te conocen tendrán más confianza en tu proyecto y pueden ayudarte a impulsarlo en los primeros y difíciles tiempos para todo emprendimiento.

Realiza una pequeña investigación de mercado para anticipar gustos y preferencias de tus potenciales clientes y así ajustar tu negocio al mercado real.

Arma un plan de negocios para evaluar y acotar riesgos. Por simple que sea te permitirá pensar acerca del negocio, anticipar decisiones y evitar problemas. Busca ayuda especializada si te hace falta.

Elige la forma legal adecuada y estudia las regulaciones a las que estará sujeto tu negocio. Asegúrate de realizar las inscripciones y habilitaciones necesarias para operar, y no dejes de pagar los impuestos que te corresponden. Evitarás así riesgos legales, deudas y multas.

Si vas a comenzar el negocio con socios, debes prestar especial atención a la regulación de la relación, para evitar conflictos y potenciales problemas de dinero. Pon por escrito los acuerdos a los que lleguen y, si es posible, busquen asesoramiento legal y contable.

Crea una sociedad o forma jurídica que separe el negocio de su dueño, para acotar los riesgos y responsabilidades. Esto es aún más importante si inicias un negocio de envergadura o tu patrimonio personal es alto. Asesórate acerca de las opciones disponibles en tu país.

Ten cuidado con las deudas. A veces, por comodidad o costos, se toman deudas personales para el negocio y se pone en peligro el patrimonio familiar. No dejes tampoco que se acumulen las deudas del negocio; usa el dinero prestado de forma inteligente para apuntalar tu proyecto.

Define claramente cuáles van a ser tus fuentes de ingresos, de acuerdo con los distintos roles que asumas. Mientras que como inversor o dueño solo deberías tener ingresos cuando el negocio genera ganancias, como gerente y trabajador tu remuneración es parte de los costos regulares del negocio.

Una vez en marcha, lleva las cuentas claras y bien separadas entre lo que es del negocio y lo que es personal. Es habitual mezclar cosas y generar problemas tanto para el emprendimiento como para las finanzas personales.

Busca la forma de hacer del sueño del negocio propio una posibilidad de desarrollo económico que no ponga en riesgo tu patrimonio.

Términos utilizados:

• Dinero
• Activo
• Patrimonio