Para reforzar sus ingresos o continuar productivas, muchas personas eligen trabajar aun tras jubilarse formalmente. Claves para abordar una etapa laboral diferente.
En otros casos, el cuestionamiento aparece cuando, dado el aumento de esperanza y calidad de vida, las personas mayores quieren y necesitan seguir siendo útiles y desean demostrarlo a través de una actividad laboral.No hay una única respuesta a esta pregunta, que tal vez te estés realizando por estas razones o porque quieras incorporarla en tu planificación para el retiro. Son muchos los factores que debes tener en cuenta para analizar tu caso y tomar una decisión:- Salud. La edad máxima laboral está relacionada en parte con las condiciones físicas y los riesgos que puede enfrentar una persona. Ciertas tareas pueden no estar recomendadas para tu edad o estado de salud. Consulta con tu médico para determinar el tipo de trabajo y dedicación de tiempo razonables para ti.
- Empleabilidad. ¿Qué puedes aportar desde tu experiencia a un empleador? ¿Tienes alguna especialidad que resulte valiosa? ¿En qué tipo de tarea puedes resultar competitivo? ¿Cuánto tiempo estás dispuesto a trabajar? ¿Cuáles son tus expectativas de ingreso?
- Leyes. En algunos estados puede haber incompatibilidad entre el sistema de jubilación y el mantenimiento de un empleo en relación de dependencia. Consulta con un asesor legal e impositivo para entender tu situación ante la normativa.
- Mercado. Más allá de las normas, tu preparación o tu estado de salud, es el mercado el que determina en gran parte las posibilidades de encontrar trabajo. En algunas regiones se fomenta la contratación de personas mayores, mientras que en otros puede resultarte difícil competir con jóvenes en busca de empleo. Considera la situación en tu rubro y región para entender tus oportunidades.
Algunas de las opciones que puedes considerar, luego de evaluar los factores anteriores, son:
- Trabajar part-time. Muchos empleos de tiempo parcial no resultan atractivos para quien está en su etapa laboral activa, por lo que pueden resultar difíciles de cubrir para las empresas. Para ti puede ser la forma de seguir trabajando sin agotarte. Puedes incluso proponerlo a tu empleador pre-jubilación.
- Mantener algún cliente. Si trabajas en forma independiente, puedes ir bajando tu nivel de actividad y permanecer como consultor o asesor con unos pocos clientes fáciles de manejar.
- Trabajar por proyecto. Sumarte a la organización de un evento, una tarea con principio y fin o un trabajo de temporada te permite alternar tiempo de trabajo y tiempo para disfrutar el retiro.
- Realizar trabajos informales. Cuidar hijos de vecinos, hacer trámites, realizar pequeños arreglos del hogar u otras tareas remuneradas ocasionales pueden permitirte reforzar los ingresos y mantenerte activo sin la presión del trabajo diario.
- Negocio propio. Hay que tener presente que si se empieza un negocio por cuenta propia en esta etapa, debe ser una actividad conocida y que no demande una alta inversión inicial ya que si el capital se pierde no es un momento de la vida donde se pueda recuperar fácilmente.
- Tareas sociales. Existen tantas necesidades en el mundo, que si tu objetivo no es ganar dinero sino mantenerte productivo puedes sumarte como voluntario o emprender proyectos sociales en los temas que te interesen (salud, educación, ecología, etc.).
Trabajar part-time, por proyecto o por un tiempo luego de la jubilación permite mantenerse en actividad y reforzar los ingresos.
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