Financiar los estudios de un niño desde el jardín de infantes hasta la universidad puede resultar costoso. Cómo ahorrar con tiempo para este fin tan importante para tu futuro y el de tus hijos.
Si bien en muchos países existen opciones públicas y gratuitas para la escolaridad de los niños, son muchos los años desde el jardín de infantes hasta la universidad y muchos los gastos para que puedan completar con éxito todas las etapas educativas hasta poder independizarse de los padres. A las matrículas y cuotas de escuelas, colegios y universidades privadas deben sumarse gastos de vivienda, manutención, almuerzos, útiles, libros, viajes de estudios, uniformes, entre otros.
Nunca es demasiado temprano para empezar a pensar en el futuro de los chicos. Con tiempo y planificación es posible asegurar el dinero necesario para darles la mejor educación y así legarles un capital que los ayude a tener una vida mejor, independizarse con más solidez y tal vez ellos mismos ayudar a los padres cuando sean adultos. De esta forma, el dinero invertido en educación está doblemente involucrado en el futuro familiar: el de los chicos, y el de los padres.
Considera las siguientes claves para armar un plan de ahorro e inversiones enfocado en la educación de tus hijos:- Separa una parte de tus ingresos mensualmente para este fin específico. Si te resulta difícil encontrar por dónde empezar, puede probar con alguna técnica de ahorro que te dé el impulso que necesitas. No lo mezcles con ahorro para otros fines, ni lo utilices en otras situaciones que las previstas.
- Comienza cuanto antes. No importa si hoy apenas están dando los primeros pasos; pronto estarán entrando en una larga carrera de escuelas y gastos. Con tiempo puedes ir ahorrando en pequeñas cuotas sin afectar tanto tu vida cotidiana. Con 10 o 15 años de plazo puedes construir un capital esencial para tus hijos.
- Guarda el dinero de forma de que al menos preserve su valor o busca alternativas de inversión para los plazos que manejas. Considera opciones de relativo bajo riesgo, pero si comienzas con tiempo, puedes apelar a bonos o acciones de largo plazo.
- Explora las herramientas financieras específicamente desarrolladas para el ahorro con fines educativos. Existen fondos específicos y fideicomisos diseñados para padres preocupados por la educación de sus hijos que, por ejemplo, sólo pueden cobrarse cuando el hijo accede a la universidad o a una cierta edad.
- Con instrumentos específicos para la educación puede resultarte más fácil recibir colaboraciones o regalos de familiares, padrinos, amigos y otros interesados en tus hijos, ya que saben que el dinero será utilizado exclusivamente con ese fin.
- Busca formas de garantizar el acceso a la educación de tus hijos, aun si tú o tu pareja no están en el futuro. Explora los seguros de vida, fideicomisos u otras formas de que el dinero esté disponible cuando tus hijos lo requieran.
- Brinda a tus hijos no sólo los recursos económicos, sino también la educación financiera para que puedan enfrentar el futuro con mejores herramientas.
Ahorrar con tiempo para que tus hijos puedan estudiar es invertir doblemente: en tu futuro y el de tus hijos.
Deja una respuesta