Monedas y billetes de distintos países no cuentan por igual en tus finanzas personales. Por qué en muchas situaciones ahorrar en monedas fuertes como el dólar puede ser una buena inversión.
El dinero es un invento destinado a facilitar la vida económica en sociedad. Desde las primeras monedas acuñadas en el siglo VI a.C. y los primeros billetes impresos en China en el siglo IX, todos los países han incorporado esta “tecnología”, que permite preservar el valor, transportarlo con facilidad y realizar intercambios. Cada país ha desarrollado su propia moneda que, de acuerdo con el desempeño de su economía, cumple en mayor o menor medida estos objetivos del uso del dinero.
Las monedas fuertes funcionan como un instrumento de ahorro e inversión al alcance de todos, ya que se puede comprar sumas pequeñas para guardar sin que el dinero pierda valor, e incluso aumentan su cotización frente a muchas monedas locales, que se deterioran por efecto de la inflación. Por ejemplo, si compras dólares a $10 y un año después el dólar cotiza a $12, la revalorización del 20% te habrá permitido preservar el valor de tu dinero si la inflación ha sido similar, u obtener una rentabilidad si la inflación ha sido inferior.Si deseas utilizar esta opción de ahorro e inversión, ten presente la siguiente información:- Cotización de compra y de venta. La moneda extranjera suele tener un precio cuando se compra y otro cuando se vende; las casas de cambio o bancos suelen exhibir las tablas con la cotización diferenciando ambos. A veces esta brecha es grande y puede afectar tu inversión, ya que si vendes la moneda en poco tiempo puedes recuperar menos de lo invertido. Hay también quienes se valen de las diferencias de cotización en distintos países o ciudades para hacer negocios de corto plazo.
- En algunos países el tipo de cambio puede estar controlado y presentar restricciones para la compra y tenencia. Averigua las normas vigentes para ti. Asegúrate de comprar la moneda en lugares autorizados y confiables para evitar estafas con billetes falsos.
- Cotización oficial y extraoficial. Las situaciones particulares del tipo de cambio en algunos países llevan a que exista un mercado no oficial, con diferentes cotizaciones. Si bien operar así puede implicar una oportunidad económica, también encierra mayores riesgos que las operaciones en el mercado oficial.
- Fluctuaciones del tipo de cambio. Las cotizaciones de las monedas, aun las más fuertes, tienen subas y bajas a lo largo del tiempo. Cuando vayas a realizar una compra ten cuidado de no hacerlo en un momento de alza temporaria. Una forma de evitar el impacto de estas fluctuaciones ocasionales es ir realizando pequeñas compras en distintos momentos, antes que hacer una compra única, ya que de esta forma se promedian los precios de compra.
- Canasta de monedas. ¿Dólar o euro? ¿Yenes o francos? Una forma de invertir sin tener que hacerse experto en la economía mundial es comprar diferentes monedas fuertes, de manera de no depender demasiado de ninguna. Se aplica así una estrategia de diversificación de las inversiones que ayuda a reducir los riesgos.
- ¡Peligro! Aunque con moneda extranjera puedas poner tus ahorros al resguardo de la rápida desvalorización de la moneda local, no queda exenta de los otros riesgos que enfrenta el ahorro en efectivo: robo, pérdida, destrucción. Guarda con cuidado tu dinero en cajas fuertes, cuentas bancarias o cajas de seguridad.
- Inflación. Ten cuidado que aunque las monedas extranjeras pueden tener un mejor desempeño general que la moneda local, también están sujetas a los efectos de la inflación, por baja que sea, en su lugar de origen. Así, más que guardar la moneda extranjera, si quieres invertir por plazos largos te conviene abrir una cuenta o fondo de inversión para esa moneda.
Dólar, euro y otras monedas extranjeras fuertes pueden ayudarte a preservar el valor de tus ahorros, e incluso incrementarlos, en relación al dinero local.
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