En el día a día se reflejan las diversas actitudes que podemos tomar ante el dinero. ¿Tienes en claro qué relación hay entre tú y tu economía?
En el manejo de sus finanzas cada persona trae sus propias costumbres –buenas y malas–, que impactan en su relación con el dinero y en sus posibilidades de progreso. Los hábitos en gastos, administración, ahorros e inversión configuran ciertos perfiles típicos. ¿Analizaste alguna vez los tuyos?
¿Cuál de estas personalidades financieras describe mejor tus hábitos de dinero?- Perfil ahorrativo. Por su naturaleza, o porque han sido educados en esta dirección, quienes hacen del ahorro un culto pueden excederse y perder la capacidad de disfrutar de su dinero. Con la preocupación permanente por el futuro y el temor de no poder enfrentar situaciones críticas, viven poniendo en primer plano la seguridad económica propia o de su familia a largo plazo. No endeudarse nunca, evitar todo tipo de riesgo, no realizar compras importantes, mantener bajo control todos los gastos, son algunas de sus máximas. Para que el dinero encuentre su lugar como instrumento para hacer la vida más feliz, estas personas deben ser menos conservadoras, trabajar con presupuestos que les permitan disfrutar, darse algunos gustos, ponerse objetivos de ahorro concretos y proponerse cambiar su actitud temerosa ante el futuro.
- Perfil despreocupado. Mucha gente explica de esta forma su actitud ante el dinero: “El dinero no me importa”; “¡Hay tantas cosas en la vida más importantes que el dinero!”; “Dios proveerá”. Así, sin preocuparse por los ingresos, estas personas suelen estar siempre endeudadas o sin recursos y les resulta imposible pensar en ahorro o inversión. Si bien sus planteos tienen una base respetable, suelen funcionar como frenos a la capacidad para llevar adelante una vida feliz y progresar.Confiados a la suerte, los despreocupados pueden mantenerse en un nivel de supervivencia o vivir bajo la dependencia de padres, parejas u otras personas, pero difícilmente logren concretar proyectos y desarrollarse plenamente en forma independiente. Con un poco de organización estas personas necesitan tomar el control de sus finanzas, para luego vivir más relajadamente pero con el respaldo de ingresos, ahorros e inversiones.
- Perfil gastador.No importa si disponen de mucho dinero, los derrochadores siempre gastan de más (¡y por lo general ni terminan de saber cuánto gastan exactamente!). Pagar en cuotas, pedir prestado, sacar plata de fondos de ahorro y gastar a fondo con la tarjeta son algunas de las estrategias de los consumidores compulsivos para seguir disfrutando el momento sin preocuparse demasiado por el futuro. Cuando el foco está en comprar y gastar el dinero en uno mismo, suele incurrirse en el descontrol de la vida financiera y se pone en riesgo el futuro y la seguridad financiera. Estas personas deben obligarse a ahorrar y encontrar tácticas para limitar sus gastos y llevar su economía por un camino saludable.El armado de presupuestos, el ahorro sistemático de un monto fijo mensual y el uso acotado de tarjetas de crédito son algunas de tus opciones para mantener el control de tus finanzas.
- Perfil equilibrado. Quienes han puesto al dinero en su lugar saben que es importante ocuparse de él para vivir mejor, concretar proyectos y desarrollarse plenamente sin depender de otros. Esto implica, entre otras cosas, planificar regularmente, ser un consumidor inteligente y responsable, tener papeles y registros en orden, tomar riesgos calculados para no perder oportunidades, mantener ahorros e inversiones, etc. Las cuentas en orden y un equilibrio entre el presente y el futuro les permiten transitar las distintas etapas de la vida financiera con tranquilidad y sin preocupaciones.
¿Ya sabes en qué grupo encajas mejor? Es probable que encuentres en todos los perfiles rasgos que te resultan familiares, pero seguramente, evaluando en detalle, repasando tu comportamiento pasado o conversando con quienes te conocen puedas dar con la personalidad financiera que mejor te describe. Te ayudará a entender el porqué de tus preocupaciones o limitaciones económicas, y a ponerte en acción para hacer cambios en tus hábitos de dinero cuando sea necesario.
Reconocer tus actitudes ante el dinero te ayudará a encontrar las herramientas ideales para tomar el control de tu vida financiera.
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