Te costó conseguirlo. Que un imprevisto no ponga en peligro tu patrimonio personal o familiar. Claves para proteger tus bienes y tus ahorros ante los riesgos más habituales.
Mantener ahorros e inversiones permite contar con fondos para mantener el nivel de vida pase lo que pase, pero para proteger lo que ya se ha logrado ante el riesgo de contingencias (situaciones inesperadas) o siniestros (sucesos que causan pérdida o daños) existen también instrumentos financieros específicos: los seguros.¿Qué ocurre con los bienes familiares si hay una inundación? ¿Cómo se repone lo robado en un asalto? ¿Qué ingresos es posible tener si no se puede trabajar debido a un accidente o una enfermedad? ¿De dónde sale el dinero para mantener a la familia en caso de fallecimiento de quien tiene los mayores ingresos? En esencia, los seguros brindan cobertura ante determinadas situaciones que pueden ocurrir en el futuro, es decir, no pueden evitar que sucedan, pero sí financiar los gastos derivados de estos eventos que dañan el patrimonio o la propia capacidad de las personas para generar ingresos.
¿Cómo funcionan? Al tomar un seguro te comprometes a pagar mensualmente una suma de dinero relativamente pequeña (prima) a una compañía que, en caso de ocurrencia de cierto evento (incendio, robo, despido, enfermedad, problemas legales, entre otros), te pagará a ti un monto importante que te permitirá sobrellevar el momento crítico sin problemas económicos.
Claro que la mayoría de las personas prefiere no pensar demasiado en los riesgos que encierra el futuro y, por lo general, salen a contratar un seguro cuando ya han vivido alguno de estos infortunios. Anticípate y protege tu porvenir con un seguro adecuado a la protección que necesitas. Algunos de los más habituales y que debes considerar:
- Seguro de vida e incapacidad, que cubre ingresos que pierde el asegurado ante una incapacidad, o realiza un pago a un beneficiario (cónyuge, hijos, etc.) en caso de muerte del titular. Algunos seguros personales pueden brindar además cobertura ante ingresos reducidos por enfermedad o desempleo.
- Seguro del hogar, que protege según la póliza ante distintos eventos como robo, incendio, daños, etc.
- Seguro de retiro, que previene la falta o reducción de ingresos al finalizar la etapa de trabajo activa.
- Seguro del automóvil, que brinda cobertura ante eventos como accidente, robo, incendio, rotura de cristales, entre otros.
Ten en cuenta que algunos pueden resultar obligatorios (por ejemplo, los seguros básicos del automóvil) y que ya puedes contar con ciertas coberturas mínimas cobertura a través de tu empleador o empresa.
Los seguros son ofrecidos por bancos, mutuales, cooperativas y compañías aseguradoras, y suelen estar regulados y supervisados por el Estado. Para contratar el que mejor se adecue a tus necesidades ten en cuenta los siguientes consejos:
- Elige una institución con trayectoria probada.Si tomas el seguro a través de un agente, distribuidor o productor independiente, verifica su vinculación con la organización y que la documentación que te entregue sea la adecuada.
- Conversa con un asesor para elegir el tipo de seguro y el monto de la cobertura; sácate todas tus dudas antes de cerrar la contratación.
- Selecciona el nivel de riesgo con el que te sientas cómodo; el monto de tus pagos se relaciona con la probabilidad de ciertos eventos que tal vez no ocurran.
- Ten en cuenta que algunos seguros tienen franquicias, es decir, montos que en caso de ocurrencia del evento quedan a tu cargo (por ejemplo los primeros $1000 de gastos debes pagarlos tú y la compañía pagará la diferencia por encima de ese valor).
- Considera el impacto de la cuota mensual en tus finanzas.
- Consulta por servicios complementarios que suelen ofrecerse con algunos seguros: reparaciones, servicio técnico, asistencia mecánica, etc.
- Lee en detalle la letra chica de la póliza, es decir, el contrato que regula la relación y establece las condiciones de la cobertura. Presta especial atención al monto asegurado, forma de pago, exclusiones, duración de la cobertura, etc.
- Verifica siempre que tus pólizas están vigentes y al día, y realiza a tiempo las renovaciones que correspondan para evitarte problemas.
Los seguros te permiten proteger tus bienes y tus ingresos ante imprevistos y así cuidar tu futuro y el de tu familia.
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