Sin dudas, un momento personal crítico que puede agravarse si no se toman las riendas de los cambios económicos que implica. Cómo prepararse para superarlo.
La separación de una pareja implica por lo general una situación crítica desde muchos puntos de vista. Al impacto emocional y a los cambios en la vida cotidiana, que ya de por sí pueden resultar traumáticos, pueden agregarse problemas económicos para ambos miembros de la pareja, aun cuando se ponga punto final a la relación de común acuerdo.
Si estás frente a esta situación difícil, no dejes de analizar la siguiente información para tomar las decisiones más adecuadas:
- Aspectos legales. De acuerdo con las normas del país, la forma de la unión y la duración de la misma, entre otros factores, pueden variar los derechos y obligaciones económicas de cada uno. No es lo mismo una relación de unos meses de convivencia concluida de común acuerdo, que un matrimonio legalmente constituido y con hijos menores que termina con abandono de una de las partes. En algunos países pueden ser válidos también acuerdos prenupciales que establezcan por anticipado qué deben hacer. Asesórate para conocer tus derechos y actuar en consecuencia.
- El dinero también es importante. Es necesario separar las finanzas de cada uno y repartir los bienes que conforman el patrimonio de la pareja. Asegúrate de recibir lo que te corresponde para seguir adelante con tu nueva vida de la mejor forma posible. Si les resulta difícil conversar sobre estos temas o llegar a un acuerdo, busquen la participación de asesores especializados.
- Costos varios. Abogados, negociaciones, mediaciones, escrituras, tasaciones, comisiones… Los costos de una separación y divorcio pueden ser elevados y recortar el patrimonio logrado. Ten en consideración que cuanto más conflictivo y extendido sea el proceso, más dinero se irá en estos gastos.
- Dos economías son menos eficientes que una. En la mayoría de las situaciones, la vida post-separación es relativamente más cara, ya que se pierden sinergias de la convivencia: vivienda, servicios, equipamiento del hogar, auto, comidas en común, etc. Estate preparado para enfrentar un cambio al menos temporario en tu nivel de vida, o a gastar más para vivir en condiciones equivalentes. Si hay niños, tendrán que pensar también en su bienestar y en su forma de vida con cada uno de sus padres (habitación, vacaciones, gastos cotidianos, etc.). El padre que no convive con los hijos deberá pasar al otro una cuota alimentaria para repartir equitativamente el sustento de los chicos.
- Modelo autosustentable. Tal vez al comienzo puedas buscar vivienda temporaria, con amigos o familiares, y apoyarte en ellos para comenzar a delinear tu nuevo modelo de vida. Pero luego de unos meses, deberías estar en condiciones de armar tu propia forma de seguir adelante y sustentarte sin una pareja.
- Cuentas claras… Aun si la separación es en buenos términos y con acuerdos de por medio, asegúrate de, pasado un tiempo, separar todos los bienes y cumplir con los requisitos formales para que cada uno pueda estar en control total de sus finanzas personales. Puede resultar conflictivo que años después se deba requerir la firma de un ex cónyuge para una venta, o para retirar dinero de una cuenta.
- Vida nueva, presupuesto nuevo. Para enfrentar la nueva etapa de tu vida con autonomía tendrás que reaprender a gestionar tu economía en forma personal. Realiza un nuevo presupuesto de gastos e ingresos, revisa tus cuentas y planifica para al menos un año. No olvides incluir el ahorro y la inversión en tu nuevo modelo personal.
Si bien el aspecto económico no es el central en un divorcio, no hay que dejarlo de lado para enfrentar con menos problemas este momento difícil.
Deja un comentario